En estos tiempos se hace necesario, imprescindible para atravesar los tiempos que vivimos, cuidar nuestro alimento cotidiano, incluídos pensamienos, palabras, acciones y todo lo que absorvemos del ambiente en el que vivimos, y que ayudamos a crear con nuestra vibración.
Considero importante esta lectura que les comparto, siempre aplicando vuestro discernimiento, y observando cada uno su resonancia con lo que aquí se expresa. Cada uno sabe.Confiar en eso y lo demás fluirá con nuestra sabiduría.
Con amor
Ana
Es necesario señalar lo que
afecta a nuestra vibración para así comprender el cómo subirla.
1.- Nikola Tesla dijo: “si
quieres comprender el Universo, piensa en términos de energía, frecuencia y
vibración”. El
plano físico es energía, las emociones, los pensamientos, todo ello son
vibración. Los químicos en el organismo producen frecuencias y es a través de
ello que se generan ciertos estados en el ser (tal como lo generan las
sustancias químicas externas).
2.- El cuerpo energético
impacta al cuerpo mental-emocional y finalmente al físico. Todo lo que ingresa a nosotros o lo que se
produce en nosotros, impacta a estos cuerpos, por ello es necesario saber la
naturaleza de lo que estamos ingresando o generando para poder vislumbrar los
efectos
3.- Cuando el cuerpo energético
vibra bajo, evidentemente se producen bajas frecuencias.Estas
nos conectan con el bajo astral y permiten que se filtre cualquier movimiento
de este plano. En esta dimensión les llamamos: enfermedades, negatividad,
accidentes, tragedias, sombras, etc.
4.- Hablando del alcohol, lo
que hace es afectar a los neurotransmisores, afecta el centro de las emociones
y la capacidad del juicio. Al
verse impactada nuestra red electromagnética se ven afectados nuestros centros
energéticos,nuestra frecuencia se altera y nos volvemos no sólo un emisor sino
un receptor de la misma densidad vibracional. Además, al momento de estar en
contacto con la bebida, estamos conectando con las memorias colectivas
relacionadas a este acto. El alcohol ha plasmado en los campos morfogenéticos
memorias de accidentes, enfermedades, violencia, muertes y demás eventos. Los
campos morfogenéticos forman parte de la investigación del científico Rupert
Sheldrake.
5.- El cigarro es el mismo caso
que el alcohol. Pareciera
que con esto segundo no hay alteración de la consciencia, pero sí, además
existe un desequilibrio en el organismo (respiración, presión arterial y
frecuencia cardiaca). El simple hecho de que el cigarro haga que el torrente
sanguíneo transporte menos oxígeno, bloquea la capacidad de reconexión que
tenemos con “La Fuente”. La energía “madre” es la que restituye y regenera las
células, si existen bloqueos energéticos fuertes, entonces vienen
“enfermedades” como el cáncer (es por ello que bloqueos fuertes emocionales también
están asociados a esta “enfermedad”). No olvidemos que algo que parece tan
“simple” como la respiración en el Yoga u otras disciplinas, ayudan al
reciclaje de nuestros centros energéticos, así como la facilidad de entrar en
estados profundos de consciencia (meditación).
Pero,
si ese proceso de “respiración-oxigenación” lo afectamos con el cigarro u otras
drogas, será complicado que la restitución celular sea en los tiempos que el
organismo necesita. De igual manera, la conexión con altas frecuencias a través
de la meditación se irá poco a poco menguando, (aunque en ciertos casos parezca
lo contrario). El cigarro también ha generado un patrón morfogenético, así que
que el consumidor, sin importar la medida, está abriendo en su campo de
consciencia individual, las puertas al campo colectivo en donde están grabadas
todas las memorias de enfermedad, adicción, sufrimiento, etc.
6.- Las
drogas sintéticas y naturales, alteran la consciencia y producen un desfase
energético entre el cuerpo mental y el cuerpo físico (además de la perturbación emocional evidente). No es lo
mismo una meditación, en la que el cuerpo energético y el físico trabajan de
manera conjunta para que finalmente el cerebro entre en frecuencias superiores,
que el catapultar al individuo a otras frecuencias sin que este ejercite su
voluntad. Cuando no se ejercita la voluntad, el efecto es el contrario. Si hay
algo que se necesita para entrar en el plano astral y que las bajas frecuencias
no se adhieran, es todo lo que tiene que ver con la voluntad: coraje, valor,
fuerza y determinación. La visualización es sustancial para que el individuo se
proteja, sin embargo, no olvidemos que la fuerza de la visualización y la
intención van en medida de la voluntad.
7.-
Sobre el ingerir carne, hay que tener claro que el fruto o el vegetal, al
momento de cortarlos siguen vivos. Es como una flor que se corta y sigue viva en el agua. No
es lo mismo cuando un animal muere, ya que en este justo momento, se liberan
sustancias químicas tóxicas y el cuerpo entra en estado de putrefacción. El
francés Daniel Briez en su libro “La Ciencia de los Chakras”, señala que el
individuo que come carne consume las memorias del animal (generalmente son
estados de profundo estrés y sufrimiento), así como las sustancias bioquímicas.
Esto genera un déficit en el plano vibratorio de la persona y por ende la
obliga a usar sus reservas vitales, provocando fugas y por ende genera
vulnerabilidad en sus centros energéticos. Briez señala que también los
parásitos y larvas astrales se adhieren con mayor facilidad al cuerpo sutil por
el hecho de comer carne así como también cuesta más trabajo “eliminarlos”. Por
eso, no es coincidencia que cuando un “paciente” necesita una pronta
recuperación, se suspenda el consumo de la carne. En el plano emocional, está
comprobado que la carne aumenta los niveles de agresividad. En el plano
neuronal, la sinapsis es más lenta. Tampoco es coincidencia que “las grandes
mentes” se hayan abstenido del consumo de la carne (entre otras cosas).
8.- Los
pensamientos negativos son impulsos eléctricos con una carga vibratoria
específica, esto
termina generando una estructura de creencias sobre uno mismo y el entorno;
finalmente llega el momento en el que la creencia termina impactando a la
creación de la realidad. No olvidemos que todo comienza en la vibración sutil
hasta que esta se densifica y se expresa en lo que llamamos materia. Cuando
movemos una mano, primero pensamos en hacerlo, lo que origina todo es un
impulso eléctrico en el cerebro, que al ser procesado, envía la señal para que
finalmente se de el movimiento. Cabe señalar aquí los experimentos del Dr
Masaru Emoto en donde la estructura molecular del agua es impactada a través de
los pensamientos.
9.- Las
emociones negativas derivan del campo del pensamiento, sólo que aquí hay una frecuencia mayor y más densificada.
Esto genera un centro de atracción energética mayor. El claro ejemplo lo vemos
cuando alguien sale “de mal humor” y todo le sale literalmente mal y genera una
racha de eventos desafortunados. Las emociones al generar fugas en el cuerpo
energético, también contribuyen a la aparición de “enfermedades” así como a la
conexión con eventos de la misma densidad vibracional. (La más fuerte de todas: el miedo).
Si el
ser humano logra percibir a los seres queridos “fallecidos”,
maestros ascendidos y demás seres de luz cuando está vibrando alto y cuando la
mente está en una frecuencia más relajada, si logra vibrar alto cuando está
feliz, cuando ama, si la mente, el cuerpo y las emociones
funcionan como una verdadera unidad cuando se “vibra alto”, entonces, no le veo
caso alguno para alimentarnos de bajas frecuencias en ningún sentido.
La vida
es algo tremendamente interesante, mágico, maravilloso e ilimitado como para
encerrarnos en la densidad. La transformación de lo denso a lo sutil sólo es
cuestión de comprensión, decisión, acción y continuidad.
AUTOR: Nadim David
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