LOS SIETE
PRINCIPIOS
QUE RIGEN EL UNIVERSO
1. El Principio de Mentalismo
Dios creó el Universo con la
Mente, por lo tanto El es Mente, y no puede crear otra cosa que mente, la semilla de naranja, da naranjo.
Todo lo creado está involucrado en todo. Comprobamos que el Todo, el Uno,
el Absoluto , como se quiera llamarlo, está substancialmente involucrado en
todas las manifestaciones de la vida diaria al cual hemos denominado universo
material a última instancia espíritu
el cual es incognoscible , indefinible e indestructible, comprobamos también
que es inteligente e infinito, con la única y primordial característica:
expresar el Bien.
Al considerar su origen mental
se explica el mundo de fenómenos mentales y psíquicos, sin explicación para el
público en general.
2. Principio de Correspondencia
“Todo tiene que ver con todo", cualquier aspecto de la
Vida que queramos analizar, nos encontramos que de alguna manera esta
relacionado con otro aspecto de la vida.Hay un axioma hermético que afirma: Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba y recordemos a Platón que afirmaba que todo lo manifestado en el mundo material, es una copia imperfecta de lo que está en el plano arquetípico de las ideas
La Ley de la Correspondencia
En tiempos de
Abraham el maestro Hermes Trismegisto aseguraba que toda la información sobre
un hombre se podía encontrar en solo una gota de su sangre y que dentro de cada
hombre se hallaba representada la totalidad del universo. Formuló entonces un
principio al que llamó La Ley de la Correspondencia que decía: “Como es arriba es abajo, y como
es abajo es arriba”. Con estas palabras creó Hermes un método deductivo que
permitió vislumbrar la grandeza del universo creado, donde lo más grande de lo
más grande es igual a lo más pequeño de lo más pequeño. Donde todos los niveles
de existencia comparten la misma esencia, organizados en un sistema de
hologramas dentro de hologramas, dentro de hologramas, hasta el infinito.
Por eso desde
ese entonces para los más sabios existía ya la convicción de que el camino más
corto para la exploración del cosmos era mediante el viaje hacia el interior
del hombre: “Conócete a ti mismo y conocerás el universo”. Según la publicación
“El Tao de la Física” del científico Frityof Capra: con la meditación como
único método de investigación, los antiguos Vedas llegaron a formular, en
términos poéticos, los principios de la Física Cuántica. Y esto ocurrió tres
mil años antes que nuestros científicos modernos llegaran a las mismas conclusiones por medio
de las matemáticas.
La Ley de la
Correspondencia tiene aplicaciones sin fin. Por ejemplo: considerando en un
hombre el cuerpo físico como el “abajo” y su mente como el “arriba” decimos:
“como es el pensamiento de un hombre así es su cuerpo”. Puede ser: “mente sana
en cuerpo sano”, o cuerpo enfermo como manifestación de pensamientos
distorsionados. Afortunadamente en las enseñanzas de Hermes “el tres veces
sabio” la enfermedad viene de la mano con el remedio: “Cambia el pensamiento y
sanarás tu cuerpo”.
Es evidente que
en un hombre existen aspectos visibles e invisibles. Todos podemos palpar el
cuerpo físico, pero no hay forma de ver o tocar un pensamiento. Solamente
podemos deducir que este existe por los efectos que produce. Según la Ley de la
Correspondencia, si así es en el microcosmos, acá abajo, igual debe ser en el
macrocosmos, allá arriba. En el espacio exterior podemos ver objetos físicos,
tales como: planetas, sistemas solares y galaxias. Pero no es posible descubrir
tras de ellos la mente que los dirige. Solo por deducción podemos tener la
certeza de que existe.
En el cuerpo
humano todo es mente. Cada célula es inteligente y guarda la información que
precisa. Además tiene la habilidad de comunicarse instantáneamente con las
demás células. Estas capacidades son reales, pero no podemos verlas ni
tocarlas. Por ejemplo: nos aporreamos el dedo gordo del pié e inmediatamente el
sistema nervioso y el cerebro lo saben. Como resultado el dedo golpeado recibe
la dosis adecuada de aquello que necesita para cicatrizar la herida y combatir
una posible infección.
De la misma
manera, en el universo también Todo es Mente. Cada célula del macrocosmos,
llámese hombre, planeta, sistema solar o galaxia, posee proporcionalmente el
grado de inteligencia que necesita. La interconexión entre ellas y la Mente que
las gobierna también es perfecta: el Todo afecta las partes y las partes
influyen a su vez en el Todo. Es un hecho que “ni un pelo de nuestro cabello
cae, sin que el Creador lo sepa”. Igualmente, puede ser que un hombre sea más
pequeño que la más microscópica brizna de polvo en la galaxia, pero si un ser
humano cambia, invariablemente estará alterando la esencia misma de todo el
universo.
3. Principio de Vibración
Uniendo este tema con el
anterior comprobamos que en el universo todo vibra, las ideas de Platón, la
Mente, llegando al átomo. El pensamiento positivo vibra a un nivel altísimo,
sus colores son brillantes, claros, luminosos. El pensamiento negativo vibra
despacio y sus colores son opacos. Los estados de ánimo vibran y lanzan al
espacio esas vibraciones en sonidos y en colores. Todos los estados mentales se
lanzan al exterior del cuerpo que los crea, van golpeando cuerpos afines como
hacen los instrumentos musicales, y estas vibraciones afectan en bien o mal a
otras mentes, aumentando los estados emocionales y mentales que está en tono
con ella.
LA LEY DE
VIBRACIÓN
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Según la Ley
del Ritmo, que vimos anteriormente, todo en la creación tiene un movimiento
orbital de rotación, lo mismo partículas subatómicas, que astros y galaxias.
Con la “Ley de la vibración” ahora complementamos lo anterior: “Nada esta
inmóvil, todo se mueve, todo vibra”.
Además nos da una clave importante para comprender la existencia de las
distintas dimensiones: “la velocidad del giro define las características de
manifestación”
Para comprender
esto en una forma sencilla observemos el movimiento de una rueda. Si esta gira
lentamente, nos dejara apreciar su forma física. Si aumenta la velocidad, se
comenzara a oír una nota baja, que ira subiendo gradualmente en la medida en
que la velocidad aumenta. Cuando sobrepasa la nota más alta que el oído humano
puede escuchar, hay un silencio profundo. Pero, conforme aumenta más la
velocidad, el sonido se volverá color y
paso a paso se hará visible todo el espectro, desde el rojo hasta el
violeta. Si la rueda se acelera mas todavía, se alcanzara la no percepción de
rueda alguna, y solo se captara una total inmovilidad.
Tu mismo, como
holograma del universo, eres energía en vibración. Tu cuerpo físico, tus
emociones, pensamientos y hasta tu espíritu son solo distintas frecuencias, u
octavas, de esa energía que tú eres. En ti están representadas todas las
dimensiones que existen, que difieren entre si solo en el grado.
Pertenecer a
una dimensión determinada significa tener la frecuencia de vibración
correspondiente a esa realidad. Cuando la velocidad de giro por algún motivo se
acelera, una vez traspasado el punto critico que separa las dimensiones, ocurre
una rotunda transformación, y las características de manifestación cambian. Por
ejemplo: si la frecuencia en que vibra nuestro planeta subiera hasta un
determinado punto, este dejaría de ser un mundo de tercera dimensión, y se
convertiría en uno de cuarta o quinta dimensión. Y en el proceso desde luego
arrastraría consigo a toda la vida que sostiene.
En su rumbo
cósmico nuestro sistema solar se mueve ahora hacia un acercamiento gradual al
centro galáctico. Por ello energías de una frecuencia altísima, procedentes del
sol central, están ahora impactando nuestro sol, y desde allí viajan hacia la
Tierra. Los efectos de estas energías están haciendo las veces de acelerador de
partículas, y el aumento de nuestra vibración es ya mesurable. En nuestro mundo
el magnetismo ha caído en una forma dramática, mientras que las frecuencias
suben mas cada día, en correspondencia con esto también el factor tiempo se
acelera.
Es posible que estemos ya en camino hacia a una experiencia
extraordinaria que la estirpe humana no conoce: un cambio dimensional
planetario. Si así fuera, no hay nada que temer. Solo significa que veremos lo que nadie ha visto hasta
ahora. Pensaremos y comprenderemos cosas que antes no nos era posible pensar o
comprender. Implica que las frecuencias mas bajas como: miedo, o limitación se
derrumbaran y comenzaremos a vivir la unión con nuestro espíritu y con el
espíritu de todos los demás. A este siguiente escalón evolutivo le han dado el
nombre de “Ascensión” o “Iluminación”. Significa que la promesa hecha al hombre
será cumplida, porque: “en menos de un parpadeo tendremos un nuevo cielo y una
nueva Tierra”.
4. El Principio de Polaridad.
En el Universo todo es doble, tiene su opuesto, lo
semejante, los opuestos son lo mismo, todas las verdades son medias verdades,
toda oposición puede reconciliarse. Las tesis y las antitesis son idénticas en
naturaleza. Dios es Padre - Madre, tiene los dos principios, luego es
andrógino, son el Tai - Chi.
La ley de la
polaridad
Cuando un
electricista hace una conexión no se pone a reflexionar cuál de los cables es
bueno y cuál malo, cuál es el pecaminoso y cuál el escogido por Dios.
Simplemente sabe que trabaja con dos fuerzas, una de polaridad positiva y otra
negativa. Separadas son inocuas, pero si se las junta ocurrirá el milagro. Y lo
que sucede a niveles de electricidad es la constante en el universo: existen
dos poderes opuestos que se apoyan mutuamente para producir perfección. Su
interacción se define como la “Ley de
la polaridad”, o “Ley del dos”.
Esta ley opera en forma muy sencilla, sin embargo la humanidad no ha tenido
hasta ahora la sabiduría de tomarla en cuenta. Por ello hemos pasado por:
guerras, segregación, persecuciones, injusticias y calamidades en milenios de
historia.
Cuando el
momento llegó para que el hombre comprendiera los secretos de la polaridad
tuvimos un maestro a nuestra disposición, el Buda. Nació como príncipe, pero voluntariamente se
convirtió en mendigo, tal vez para tener la vivencia del Yin y el Yang, como él
llamó a estas dos fuerzas constructoras. Enseñó el Buda que la felicidad es
posible, siempre y cuando escojamos transitar por el camino del medio.
Desgraciadamente los hombres, en vez de
poner en práctica su sabiduría, le rindieron culto y volvieron religión sus
enseñanzas. Entonces como Budistas se vieron impulsados de vuelta a la balanza, pues al estar en pro de algo
siempre habrá quienes estén en contra. Y lo que el Buda había legado, como
forma de integración, dividió al mundo en dos corrientes: oriente y occidente,
los partidarios de la Ley del dos, y los fanáticos de un solo Dios.
La Ley de la
polaridad es el mecanismo por medio del cuál el universo mantiene su estado de
equilibrio. Podemos comprenderla simplemente observando el fluir de todo lo que
nos rodea. A nivel subconsciente nuestro
cuerpo sabe, nuestras reacciones involuntarias siempre unifican la polaridad
para obtener mejores resultados. Si vas a correr hacia adelante, tu cuerpo se
echa primero hacia atrás. Si intentas saltar hacia arriba, tu cuerpo toma el
impulso yendo primero hacia abajo. Si llorando llegas hasta el final de tus
lágrimas entonces reirás; y si riendo alcanzas el extremo de tu risa entonces
llorarás. Si te duchas con agua fría saldrás con calor, pero un baño con agua
muy caliente te producirá frío. El abuso de comida te conducirá a una dieta
estricta, y la dieta estricta de vuelta
al abuso de comida. Hemos salido a explorar el espacio exterior y se nos han
revelado los misterios ocultos de nuestro propio mundo, mientras que los
hombres sabios buscan dentro de sí mismos y pueden llegar a percibir el
universo entero. En el juego del amor vemos parejas que al primer encuentro se
detestan, y cuando el odio es total entonces se enamoran y se casan. Mientras
que, al unirse los más enamorados, el extremo del amor invariablemente les
enseña a odiarse, hasta que el divorcio los separe.
Por eso a la
“Ley de la Polaridad” se la llama también la “Ley del Péndulo”. Oscilamos de un
extremo al otro porque no comprendemos que si nos polarizamos totalmente en un
solo lado, la vida nos lanzará automáticamente hacia el extremo opuesto. Esto
ocurre porque nuestra tarea es aprender por contrastes. Por ejemplo: sabremos
qué es la luz únicamente si antes hemos visto oscuridad. La tristeza pone en
relevancia la alegría. Comprenderemos lo que es bondad si existe la idea de lo
que es maldad. La enfermedad nos brinda la percepción nítida de lo que
significa la salud.
Por eso todas
las situaciones que vive un ser humano son igualmente valiosas. Que sean
agradables o desagradables no interesa, solo cuenta el bagaje de sabiduría que
cada experiencia nos aporta. Aceptado esto, nos haremos voluntarios del camino
medio, porque aplicaremos la sazón del buen cocinero a cada aspecto de la vida:
agregar una pizca de azúcar a los platos de sal y una pizca de sal a los platos
de dulce. Reconoceremos entonces que siempre hay algo de fealdad en la belleza
y algo de belleza en la fealdad, algo de verdad en la mentira y algo de mentira
en la verdad.
Así tendremos flexibilidad para aceptar el punto de vista antagónico
“del otro”. Con la conciencia de que en el exceso de riqueza solo vamos a
encontrar pobreza, cambiarán los parámetros para evaluar el éxito. Ya no
llamaremos “macho” a un hombre por su agresividad y fuerza, sino por la
capacidad de demostrar ternura y expresar sus emociones. Caso similar al de un vehículo
que requiere su mayor potencia, no para alcanzar máxima velocidad, sino para
que, como carroza funeraria, pueda avanzar muy lentamente sin que su motor se
apague o tiemble.
Polaridad y Unidad
Jesús les dijo: Cuando de los dos hagáis uno y cuando hagáis lo de
dentro como lo de afuera y lo de afuera como lo de dentro y lo de arriba como
lo de abajo y de lo masculino no sea masculino ni lo femenino sea femenino,
cuando hagáis ojos en vez de un ojo y una mano en vez de una mano y un pie en
vez de un pie y una imagen en vez de una imagen, entonces entraréis en el
Reino.
Tomás. Evangelios Apócrifos, cap.22.
Tomás. Evangelios Apócrifos, cap.22.
Al decir Yo, el ser humano se separa de
todo lo que percibe como ajeno al Yo: el Tú, y desde este momento, el ser
humano queda preso en la polaridad. Su Yo lo ata al mundo de los contrapuntos
que no se cifran solo en el Yo y el Tú sino también en lo interno y lo externo,
mujer y hombre, bien y mal, verdad y mentira. El ego del individuo le hace
imposible percibir, conocer o imaginar siquiera la unidad o el todo en
cualquier forma. La conciencia lo escinde todo en parejas de contrarios que nos
plantea un conflicto porque nos obligan a diferenciar y a decidir. Nuestro
entendimiento no hace otra cosa que desmenuzar la realidad en pedazos
discernimiento. Por ello, se dice sí a una cosa y, al mismo tiempo no a su
contrario, pues es sabido que " los contrarios se excluyen mutuamente
". pero con cada no, con cada exclusión, incurrimos ennuna carencia, y
para estar sano hay que estar completo. Tal vez se aprecie ya lo estrechamente
ligado que está el tema enfermedad-salud con la polaridad. Pero aún podemos ser
más categóricos: enfermedad es polaridad, curación es superación de la
polaridad.
Más allá de la polaridad en la que nosotros, como individuos, nos encontramos inmersos, está la unidad, el Uno que todo lo abarca, en el que se aúnan los contrarios. Este ámbito del ser se llama también el todo porque todo lo abarca y nada puede existir fuera de esta unidad, de este Todo. En la unidad no hay cambio ni transformación ni evolución, porque la unidad no está sometida al tiempo ni al espacio. La Unidad -Todo está en reposo permanente, el Ser puro, sin forma ni actividad. Llama la atención que todas las definiciones de la unidad hayan de ser formuladas en negativo: sin tiempo, sin espacio, sin cambio, sin límite.
Todas nuestras afirmaciones positivas nacen de nuestro mundo dividido y, por consiguiente, no pueden aplicarse a la unidad.
Desde el punto de vista de nuestra conciencia bipolar la unidad se aparece como la Nada. Esta formulación es correcta, pero con frecuencia nos sugiere asociaciones falsas. Los occidentales especialmente suelen reaccionar con desilusión cuando descubren, por ejemplo, que el estado de conciencia que persigue la filosofía budista, el nirvana viene a significar nada (textualmente: extinción).
El ego del ser humano desea tener siempre algo que se encuentre fuera de él y no le agrada la idea de tener que extinguirse para ser uno con el todo.
El origen de todo Ser es la Nada (el Ain Soph de los cabalistas, el tao de los chinos, el Neti-Neti de los indios). Es lo único que realmente existe, sin principio ni fin, por toda la eternidad. La unidad es la antítesis de la polaridad, y por consiguiente, sólo es concebible incluso, en cierta medida experimentable, por el ser humano que , por medio de determinados ejercicios o técnicas de meditación, desarrolla la capacidad de aunar, por lo menos transitoriamente, la polaridad de su conocimiento.
Todos poseemos una conciencia del mundo polarizadora. Es importante reconocer que lo polar no es el mundo sino el conocimiento que nuestra conciencia nos da de él. Inhalación y exhalación se alternan constante y rítmicamente. Ahora bien el ritmo que forman no es más que la continúa alternancia de dos polos. El ritmo es el esquema básico de toda vida. El que se niega a exhalar el aire no puede volver a inhalar. Ello nos indica que la inhalación depende de la exhalación y que sin su polo opuesto, no es posible.
Un polo para su existencia depende del otro polo. Si quitamos uno desaparece también el otro. Por ejemplo la electricidad se genera de la tensión establecida entre dos polos, si retiramos un polo, la electricidad desaparece.
Más allá de la polaridad en la que nosotros, como individuos, nos encontramos inmersos, está la unidad, el Uno que todo lo abarca, en el que se aúnan los contrarios. Este ámbito del ser se llama también el todo porque todo lo abarca y nada puede existir fuera de esta unidad, de este Todo. En la unidad no hay cambio ni transformación ni evolución, porque la unidad no está sometida al tiempo ni al espacio. La Unidad -Todo está en reposo permanente, el Ser puro, sin forma ni actividad. Llama la atención que todas las definiciones de la unidad hayan de ser formuladas en negativo: sin tiempo, sin espacio, sin cambio, sin límite.
Todas nuestras afirmaciones positivas nacen de nuestro mundo dividido y, por consiguiente, no pueden aplicarse a la unidad.
Desde el punto de vista de nuestra conciencia bipolar la unidad se aparece como la Nada. Esta formulación es correcta, pero con frecuencia nos sugiere asociaciones falsas. Los occidentales especialmente suelen reaccionar con desilusión cuando descubren, por ejemplo, que el estado de conciencia que persigue la filosofía budista, el nirvana viene a significar nada (textualmente: extinción).
El ego del ser humano desea tener siempre algo que se encuentre fuera de él y no le agrada la idea de tener que extinguirse para ser uno con el todo.
El origen de todo Ser es la Nada (el Ain Soph de los cabalistas, el tao de los chinos, el Neti-Neti de los indios). Es lo único que realmente existe, sin principio ni fin, por toda la eternidad. La unidad es la antítesis de la polaridad, y por consiguiente, sólo es concebible incluso, en cierta medida experimentable, por el ser humano que , por medio de determinados ejercicios o técnicas de meditación, desarrolla la capacidad de aunar, por lo menos transitoriamente, la polaridad de su conocimiento.
Todos poseemos una conciencia del mundo polarizadora. Es importante reconocer que lo polar no es el mundo sino el conocimiento que nuestra conciencia nos da de él. Inhalación y exhalación se alternan constante y rítmicamente. Ahora bien el ritmo que forman no es más que la continúa alternancia de dos polos. El ritmo es el esquema básico de toda vida. El que se niega a exhalar el aire no puede volver a inhalar. Ello nos indica que la inhalación depende de la exhalación y que sin su polo opuesto, no es posible.
Un polo para su existencia depende del otro polo. Si quitamos uno desaparece también el otro. Por ejemplo la electricidad se genera de la tensión establecida entre dos polos, si retiramos un polo, la electricidad desaparece.
Aquí tenemos un dibujo muy conocido, en el que cualquiera puede
experimentar claramente el problema de la polaridad que aquí se plantea en
primer término, segundo término o concretamente caras/copas. Cuál de las dos
formas vea dependerá de si pongo en primer término la superficie blanca o la
negra. Si interpreto como fondo la superficie negra, la blanca se sitúa en
primer término y veo una copa. Está apreciación cambia cuando considero que la
superficie blanca es el fondo, porque entonces veo como primer término la
superficie negra y aparecen dos caras de perfil. En este juego óptico se trata
de observar atentamente nuestra reacción fijando la atención en una u otra
superficie. Los dos elementos copas/caras están presentes en la imagen simultáneamente,
pero obligan al que mira a decidirse por uno o por el otro.
La polaridad es como una puerta que en un lado tiene escrita la palabra entrada y, en el otro, salida, pero siempre es la misma puerta y, según el lado por el que nos acerquemos a ella, vemos uno u otro de sus aspectos. A causa de este imperativo de dividir lo unitario en aspectos que luego hemos de contemplar sucesivamente se crea el concepto de tiempo, porque de la contemplación con una conciencia bipolar la simultaneidad del Ser se convierte en sucesión. Si detrás de la polaridad está la unidad, detrás del tiempo se halla la eternidad. Entendemos eternidad en el sentido metafísico de intemporalidad, no en el que da la teología cristina, de un largo, infinito continuum de tiempo.
La polaridad es como una puerta que en un lado tiene escrita la palabra entrada y, en el otro, salida, pero siempre es la misma puerta y, según el lado por el que nos acerquemos a ella, vemos uno u otro de sus aspectos. A causa de este imperativo de dividir lo unitario en aspectos que luego hemos de contemplar sucesivamente se crea el concepto de tiempo, porque de la contemplación con una conciencia bipolar la simultaneidad del Ser se convierte en sucesión. Si detrás de la polaridad está la unidad, detrás del tiempo se halla la eternidad. Entendemos eternidad en el sentido metafísico de intemporalidad, no en el que da la teología cristina, de un largo, infinito continuum de tiempo.
En la Naturaleza todo el flujo
y reflujo, como las ondas, como las olas, si hay cresta, hay vano, si hay vano
tiene que haber una cresta. En el Todo, todo vibra, es el movimiento de la
Vida. Al haber vibración tiene que haber ritmo. El equilibrio rítmico trae la
armonía, en todas las cosas, en las personas.
LA LEY DEL RITMO
Como
consecuencia de las oscilaciones entre un extremo y otro, creadas por la
polaridad, el universo se ve sometido a ciclos que se cumplen inexorablemente
con un ritmo determinado. “Todo fluye y refluye, todo tiene sus períodos de
avance y retroceso, todo asciende y desciende. La medida de su movimiento hacia
la derecha es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es
la compensación”. Con estas palabras definió
Hermes Trismegisto lo que él llamó “La ley del ritmo”.
Esta
simetría armoniosa está también dispuesta en hologramas, que son, en este caso,
ciclos dentro de ciclos. Un hombre, por ejemplo, a nivel microscópico vive el
ciclo de vida de sus células, y simultáneamente el que marca los cambios en su
cuerpo, desde el nacimiento hasta la muerte. En el mismo momento le estarán afectando también: el ritmo propio de la
Tierra, que divide su vida en día y noche, actividad y descanso. El almanaque
lunar de 28 días, que rige la fertilidad de la mujer. La rotación de la Tierra
alrededor del sol que causa las estaciones. Y los ciclos de explosiones solares
cada 11 años, que provocan niveles cambiantes de electromagnetismo.
Para
percibir los ciclos del macrocosmos nuestra capacidad está limitada por el
tiempo. Entonces estos nos afectan, ya no como individuos, sino como especie.
Cuando a nivel cósmico un ciclo se completa,
todo el universo, incluido nuestro sistema solar, experimenta un cambio
de nivel. Ocurre un salto cuántico hacia una realidad más refinada y expandida.
Esto lo comprenderemos fácilmente si tomamos como modelo un ser humano. En un
hombre estos saltos cuánticos ocurren cada siete años. Entonces en muy corto
tiempo un ser humano se transforma: a los 7 años en un ser racional, a los 14
en el adolescente, y luego a los 21 ya es adulto. Así mismo le ocurre al
universo. Con cada etapa cósmica cumplida el Todo se transforma, y esa mutación
se evidencia también en cada una de sus partes.
Este es el
milagro del momento en que vivimos. Estamos ahora saliendo de la noche cósmica
y renaciendo a la luz de un nuevo día. Durante los próximos doce años de
transición estaremos observando como nuestro pequeño mundo azul, rebozante de
vida, vive un momento dramático de cambio. Somos nosotros, los hombres de esta
generación, quienes seremos los testigos de este salto trascendental, que en pocos
años llevará la vida, que la Tierra alberga, a un nivel superior de existencia.
Y en el caso de la raza humana al completo despertar espiritual, que abrirá su
corazón al universo.
En lo profundo
de su ser cada miembro de la familia humana sabe que estos no son tiempos
normales. Muchos juzgan con la visión miope de quienes no perciben más allá de
lo aparente. Por eso no pueden apreciar que el exceso de violencia tiene como
segura consecuencia el retorno del péndulo a la vivencia plena de la paz, y el amor.
Esa es la próxima etapa que nos corresponde, y su visión seductora ya debe
comenzar a anidar en nuestra mente, desde donde debemos apoyarla y nutrirla con
todo el poder del pensamiento.
6. El Principio de Causa y
Efecto
Nada de lo que ocurre en la Vida,
en las personas, en las cosas, ocurre espontáneamente. Todo tiene una causa, no
hay causa sin efecto, ni efecto que no tenga una causa, en lo físico y en lo
espiritual.
En lo físico lo vemos a cada
instante, si explotó una caldera, el fuego; si se cae algo, el soporte no lo
soportó. En lo espiritual, lo vemos en nuestro comportamiento con nuestro
entorno. Muchedumbre que se dejan llevar por palabras o voluntades ajenas, una
discusión, se produjo porque hubo una causa anterior, lo estamos viendo de continuo
en nuestra vida.
EL PRINCIPIO DE CAUSA Y EFECTO
“Toda causa tiene su efecto; todo
efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte no es más que
el nombre que se le da a una ley no conocida; hay muchos planos de casualidad,
pero nada escapa a la Ley".El Kybalion.
Este principio encierra la verdad de que todo efecto tiene su causa, y toda causa su efecto. Afirma que nada ocurre casualmente y que todo ocurre conforme a la Ley.
La suerte es una palabra vana,
y si bien existen muchos planos de causas y efectos, dominando los superiores a
los inferiores, aun así ninguno escapa totalmente a la Ley. Los hermetistas
conocen los medios y los métodos por los cuales se pude ascender más allá del
plano ordinario de causas y efectos, hasta cierto grado, y alcanzando
mentalmente el plano superior se convierten en causas en vez de efectos. Las
muchedumbres se dejan llevar, arrastradas por el medio ambiente que las
envuelve o por los deseos y voluntades de los demás, si éstos son superiores a
las de ellas. La herencia, las sugestiones y otras múltiples causas externas
las empujan como autómatas en el gran escenario de la vida. Pero los Maestros,
habiendo alcanzado el plano superior, dominan sus modalidades, sus caracteres,
sus cualidades y poderes, así como el medio ambiente que los rodea,
convirtiéndose de esta manera en dirigentes, en vez de ser los dirigidos.
Ayudan a las masas y a los
individuos a divertirse en el juego de la vida, en vez de ser ellos los
jugadores o los autómatas movidos por ajenas voluntades. Utilizan el principio,
en vez de ser sus instrumentos. Los Maestros obedecen a la causación de los
planos superiores en que se encuentran, pero prestan su colaboración para
regular y regir en su propio plano. En lo dicho está condensado un valiosísimo
conocimiento hermético: que el que sea capaz de leer entre líneas lo descubra,
es nuestro deseo.
PRACTICA. En tu vida hay situaciones que te gustaría cambiar. Identifica
las causas que le dieron origen. Provoca otras causas y con esto, cambia los
efectos.
7. El Principio de Generación
Todo lo que existe, ligado al
Principio de Polaridad, produce generación, siempre hay un par de opuesto, el
principio masculino y el principio femenino.
En el mundo cotidiano se
manifiesta como "sexo", pero en el mundo invisible es solo
"Principio”.-
En las Leyes aquí expuestas tan
sucintamente está el funcionamiento del Universo, quien quiera conocer las
filosofías de ellas, deben internarse en el conocimiento hermético, el cual
tiene todas las soluciones de la Vida.
Justamente, para llegar a esas
Leyes es el Conocimiento Espiritual, si dijimos que estas son para todo el
Universo, de hecho estamos aceptando la pluralidad de los mundos. Naturalmente,
también debemos admitir que no todos son iguales en Evolución.
Porque también la racionalidad
no dice que el más antiguo debe ser mas evolucionado que otro mas moderno, o
por haberse retrasado en su progreso.
Si aceptamos lo anterior la
pregunta es: ¿Por qué uno es más evolucionado que otro?
La respuesta es simple.- El que
se adapta a las Leyes Universales en menor o mayor grado, de las que venimos
hablando, lógicamente tendrá un diferente grado de Evolución, y cuando decimos
que tiene que haber un mundo mas adelantado que el nuestro no hay una expresión
que simplemente pueda negarlo.-
Entonces llegamos al punto en
que es indispensable enseñar, aprender y aplicar el Conocimiento Espiritual.-
¿Pero quién enseña, de dónde
sale ese Conocimiento Espiritual?
Un maestro para ser maestro,
primero fue alumno, después se graduó y fue maestro.
Luego enseñó. Es como lo vemos
en la vida diaria, así también ocurre en lo espiritual.
Todos somos alumnos. ¿El aula?:
es nuestro planeta tierra.- ¿El tiempo de la graduación?- Depende de nuestra
aplicación y adaptación a las Leyes Universales.- ¿Cómo las conocemos? Hay una
sola manera: vivirlas.- La experiencia es la base de la sabiduría.
Como la vida es tan corta para
aprender tantas cosas se impone la Ley de Experiencias, que no es otra que la
Ley de reencarnación.- Una y otra vez vuelve el alumno a la escuela de la Vida,
nuestro amado planeta tierra; ¡ ¡cómo no amarlo, si mediante él vamos a
conseguir nuestra ansiada libertad eterna!
A través del tiempo se consigue
la graduación, la Maestría, cuando el alumno vive en sí las Leyes Universales y
Divinas y mediante una ceremonia que se realiza en el plano etérico, mas
precisamente en el Templo de Luxor, se gradúa de Maestro Ascendido.-
Aquí está la respuesta a la
pregunta de más arriba: de quién enseña y de dónde sale el Conocimiento
Espiritual.-
La Ley de la Generación
"El Género está en todo;
todo tiene sus principios masculino y femenino; el Género se manifiesta en
todos los planos" enseña la última de las leyes Herméticas. Con este
postulado el maestro "tres veces sabio" nos guía por los distintos
niveles de creación, observando allí como la dualidad se funde en la unidad
para engendrar un nuevo ser. Esta ley, que concierne a la procreación, también
nos muestra la existencia de impulsos de atracción y repulsión que son las
fuerzas que sostienen los movimientos de gravitación, tanto a nivel de las
minúsculas partículas, como en el de los gigantescos super universos.
Dentro de los propósitos
cósmicos engendrar la vida es el ritual trascendental más sagrado. A nivel
microscópico la fuerza de atracción hace girar los corpúsculos negativos, o
electrones, alrededor del positivo, o protón. Después del obligado cortejo
ambos se combinan, y ocurre la creación de un nuevo átomo. En las especies
animal y humana la danza de la vida se repite con los espermatozoides siendo
atraídos por el óvulo. Cuando uno de los espermas logra la penetración, sucede
el milagro de la concepción.
En los niveles macro cósmicos
rige el mismo sistema de procreación. En la Enciclopedia Británica encontramos
lo siguiente:" en tiempos remotos el bombardeo de cometas, con impacto en
la Tierra, pudo haber tenido un papel muy importante en la formación de la
atmósfera y los mares. Adicionalmente estos cometas pueden haber suministrado
las moléculas orgánicas necesarias para el desarrollo de la vida".
El método de fertilización es
entonces el mismo, trátese de electrones, espermatozoides o cometas que
fecundan protones, óvulos o planetas. Ahora llevaremos el principio de
Generación desde lo conocido hasta lo desconocido, apoyándonos en la Ley de la
Correspondencia: "como es arriba es abajo, y como es abajo es
arriba". Porque solo de esta manera llegaremos a comprender su aplicación
primordial. Dice Hermes Trismegisto: "la creación misma del universo
obedece también a la Ley de la Generación".
Añade además:"la
Generación se manifiesta en todos los planos". Esto quiere decir que las
posibilidades de creación desde la mente y desde el espíritu son también
gobernadas por las mismas normas. Este ha sido un conocimiento oculto desde los
tiempos del antiguo Egipto. Hay secretos de alta magia involucrados, pues esta
ley pone a nuestro alcance la clave para comandar el Fiat sagrado con la
potestad del sabio.
Veamos un ejemplo: procrear a
niveles sutiles también es el resultado de la unión de dos opuestos. En este
caso: el pensamiento, que es actividad y movilidad, representa la polaridad
masculina, mientras que las emociones, como expresión de receptividad y reposo,
encarnan el principio femenino. Para producir físicamente lo que tu desees,
debes unir estas fuerzas: pensamiento + emoción = manifestación. Así tu
proyecto será concebido primero en los planos sutiles. Luego, si la ley de la
correspondencia lo autoriza, el universo lo apoyará, y acomodará las
circunstancias de manifestación (proceso de gestación). Transcurrido el tiempo
necesario, invariablemente verás la materialización de aquello que creaste.
Hortensia Galvis Ramírez
Bien sintetizado y sustancioso.
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