En mi visión, ser auténticos, íntegros con lo que sentimos, es parte del camino espiritual.
Si algo o alguien no me gusta, no puedo "hacer" que me guste para lograr "ser más espiritual" así estoy creando una nueva máscara. No estamos despiertos, no somos Gandhi, ni Jesús ni Buda. Integridad implica que si no tengo afinidad con alguien, si en lo que es fundamental para mí, no coincidimos, veo que no me gusta y acepto que no me gusta. No juzgo ni me juzgo, y no importa lo que haga, puedo tomar una actitud considerada sin forzarme a sentir lo que no siento, puedo ser incluso diplomática, siempre sin intensión de herir a nadie. Lo importante es ser íntegra saber dentro de mí cuál es la verdad.
Agradezco, si me nace, su aporte a mi vida y lo suelto. Aunque no es fácil decir gracias en ciertos momentos. Esta bueno poder hacerlo, pero si no sale, no sale. Si quiero dejar de sufrir, necesito ser brutalmente honesta conmigo. ¿Si no soy yo, quien puede amarme tanto como para serlo? Decirme la verdad, es un acto de amor. Vivir en conflicto entre lo que debo y lo que siento hacer es sufrimiento innecesario, en todos los aspectos del vivir cotidiano. A cada momento se aparece el "debo ser-hacer", y tengo que estar atenta para no caer en la misma percepción de la vida,atenta a lo que siento, para no ser funcional siempre a lo externo, a lo que se espera de mí. Entonces, también acepto que no me sale agradecer, suelto y sigo, sin culpa. Pero ser auténtica no significa ser cruel.
Si algo o alguien no me gusta, no puedo "hacer" que me guste para lograr "ser más espiritual" así estoy creando una nueva máscara. No estamos despiertos, no somos Gandhi, ni Jesús ni Buda. Integridad implica que si no tengo afinidad con alguien, si en lo que es fundamental para mí, no coincidimos, veo que no me gusta y acepto que no me gusta. No juzgo ni me juzgo, y no importa lo que haga, puedo tomar una actitud considerada sin forzarme a sentir lo que no siento, puedo ser incluso diplomática, siempre sin intensión de herir a nadie. Lo importante es ser íntegra saber dentro de mí cuál es la verdad.
Agradezco, si me nace, su aporte a mi vida y lo suelto. Aunque no es fácil decir gracias en ciertos momentos. Esta bueno poder hacerlo, pero si no sale, no sale. Si quiero dejar de sufrir, necesito ser brutalmente honesta conmigo. ¿Si no soy yo, quien puede amarme tanto como para serlo? Decirme la verdad, es un acto de amor. Vivir en conflicto entre lo que debo y lo que siento hacer es sufrimiento innecesario, en todos los aspectos del vivir cotidiano. A cada momento se aparece el "debo ser-hacer", y tengo que estar atenta para no caer en la misma percepción de la vida,atenta a lo que siento, para no ser funcional siempre a lo externo, a lo que se espera de mí. Entonces, también acepto que no me sale agradecer, suelto y sigo, sin culpa. Pero ser auténtica no significa ser cruel.
Al ser auténtica no estoy creando conflicto entre lo que soy-siento y lo que quiero ser-sentir. Tampoco con el otro. Ser auténtico es ser verdadero y eso implica el riesgo de no ser aceptados y queridos. Puedo "observame a mi misma en el otro, y observar al otro en mi misma". Todo bien, pero si no va, no va. Sin vueltas. No es posible saltearnos procesos, hay distintos niveles de crecimiento espiritual y cada uno está donde está y lo más saludable es aceptarlo. Es adentro y en cada uno. No hay nada que hacer con el otro.
A veces, "la espiritual" que vive en la mente, sale a decir muchas cosas lindas leídas en los libros, frases que sin duda son iluminadas, dichas por iluminados. Pero yo no estoy iluminada, y si no hay amor, no hay amor. No podemos imponernos amar. No voy a salir a festejar que no tengo amor hacia alguien, pero si puedo celebrar mi aceptación de lo que siento y lo que soy y voy siendo momento a momento. Todos queremos la Liberación de los condicionamientos de la mente, pero son pocos los que la logran en un instante. Dicen que en ese estado Todo es Amor, pero lo cierto que la mayoría de nosotros vamos subiendo peldaño a peldaño. La verdad tiene su propia fuerza. Hay una enseñanza que dice que VER es despertar, pero eso todavía no alcanza para llegar a la Liberación. Si la Gracia interviene, todo puede suceder en un instante, depende de nuestra entrega, de cuánto creemos en la Gracia.
Hay una ruta neuronal que nos lleva siempre al sufrimiento, el salto cuántico es esto de Liberarnos del sufrimiento y del miedo, que es la materia de nuestra mente. Pero mientras tanto, lo único que podemos hacer es VER y aceptar lo que vemos sin juzgar.
A veces, "la espiritual" que vive en la mente, sale a decir muchas cosas lindas leídas en los libros, frases que sin duda son iluminadas, dichas por iluminados. Pero yo no estoy iluminada, y si no hay amor, no hay amor. No podemos imponernos amar. No voy a salir a festejar que no tengo amor hacia alguien, pero si puedo celebrar mi aceptación de lo que siento y lo que soy y voy siendo momento a momento. Todos queremos la Liberación de los condicionamientos de la mente, pero son pocos los que la logran en un instante. Dicen que en ese estado Todo es Amor, pero lo cierto que la mayoría de nosotros vamos subiendo peldaño a peldaño. La verdad tiene su propia fuerza. Hay una enseñanza que dice que VER es despertar, pero eso todavía no alcanza para llegar a la Liberación. Si la Gracia interviene, todo puede suceder en un instante, depende de nuestra entrega, de cuánto creemos en la Gracia.
Hay una ruta neuronal que nos lleva siempre al sufrimiento, el salto cuántico es esto de Liberarnos del sufrimiento y del miedo, que es la materia de nuestra mente. Pero mientras tanto, lo único que podemos hacer es VER y aceptar lo que vemos sin juzgar.
Entonces o somos auténticos y corremos el riesgo de no ser aceptados, o nos quedamos en la máscara a sufrir, viviendo en conflicto entre lo que siento y lo que debería ser.
Esta bueno querer a todos y que todos nos quieran, pero si no me pasa, no me pasa. Me parece que tenemos que aceptar que no podemos ir por el mismo camino con todos al mismo tiempo. Algunos quedarán a la vera del camino, quiza para otra ocasión, y seguiré adelante con los que ahora me siento hermanada y espejada en lo fácil y lo difícil, y en relación verdadera, transparente. Si no está, si no es posible experimentar esta sintonía, simplemente me alejo.
Esto es para mí hoy ser auténtica.
Ana Botindari
Esto es para mí hoy ser auténtica.
Ana Botindari
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