Nos pasamos la vida forzando a otros a amarnos, a que hagan
las cosas a nuestra manera, y eso sólo genera más y más sufrimiento e
infelicidad, porque actuamos a partir de esa defensa, y esto es lo que yo
propongo que sea transformado.
Prem Baba
Psicoespiritualidad
Tiene un ashram en Sao Paulo y seguidores en todo el mundo;
lógico ya que sus enseñanzas buscan guiar el tránsito del sufrimiento a la
alegría combinando la espiritualidad y la psicología. Profesión a la que no ha
renunciado: “El autoconocimiento es el abecé de la espiritualidad”. Afirma que
nuestras mezquindades y maldades, que en todos hay, son fruto de experiencias
de dolor infantiles que reeditamos continuamente y traspasamos, sin
consciencia, a nuestros hijos. “Es uno de los focos de mi trabajo: interrumpir
esa enfermedad emocional, procurar herramientas a los niños, mediante la
educación, para que vivan con consciencia”. Ha dado una charla en La Casa del
Tíbet de Barcelona.
U sted ha tenido dos
vidas. ¿Qué hacía en la primera?
Hasta el 2002 fui psicólogo. Observé que el ser humano está
desesperado en busca de alivio, y comprendí que la psicología es sólo una parte
del proceso, sola no puede sanar al ser humano.
Y salió a buscar...
Siempre fui un buscador. Ya de niño le preguntaba a mi
madre: “Madre, ¿quién ha hecho el mundo?”. “Fue Dios”. “¿Y quién ha hecho a
Dios?”. “No pienses en eso o te volverás loco”, me insistía.
No le hizo mucho caso.
No. Pase por muchas
escuelas y maestros hasta que algo cambió dentro de mí.
Se convirtió en un maestro realizado, ¿qué es eso?
Cuando la búsqueda se termina, te sientes pleno y sabes
quién eres. Antes quería agradar, ser alguien. Ahora me dedico a ayudar a la
gente a hacer el tránsito del sufrimiento a la alegría sin ningún interés.
¿Qué es la alegría?
Contentamiento, ausencia de miedo, de sentimiento de
carencia.
¿Y cómo se conquista?
Realizando un proceso
de autotransformación. Estamos envueltos de capas de sufrimiento que se
expresan como maldad y mezquindad. Hay que ir al fondo de uno mismo porque la
alegría es una cualidad natural del ser, producto de la paz.
Dígame cómo sacudirme la maldad.
Lo primero es eliminar el juego de acusaciones, buscar en
uno mismo las causas de las insatisfacciones y responsabilizarse de ellas. Hay
que escuchar al yo interior porque esas capas tienen vida propia, cada una es
un yo psicológico. Para ello propongo la meditación, la reflexión y la práctica
del servicio desinteresado.
Pero la gente tiene
hijos, hipotecas, trabajo (con suerte), y poco tiempo.
Una práctica que está al alcance de todos es poner en
movimiento el amor disponible a través de actitudes generosas, compasivas,
fraternales; hacer el bien no importa a quién. Y experimentará un milagro; se
sorprenderá de cómo cambia su vida.
Pero somos
simultáneamente generosos, egoístas, compasivos, crueles… Hay que entender que
el egoísmo y la crueldad los genera el sufrimiento, tomar conciencia de que las
repeticiones negativas y destructivas de nuestra vida nacen dentro de nosotros,
de esa parte nuestra comprometida con la destrucción.
¿Por qué?
Porque en algún momento de nuestra evolución nos hicimos
daño, sufrimos el shock del abandono, la exclusión, el rechazo. Y nuestra manera
de protegernos es a través del egoísmo, el orgullo, la vanidad... El ser humano
genera su propia destrucción, y só- lo podrá interrumpirla si toma conciencia.
...
Es muy común acusar
al otro de nuestra infelicidad. Nos pasamos la vida forzando a otros a amarnos,
a que hagan las cosas a nuestra manera, y eso sólo genera más y más sufrimiento
e infelicidad, porque actuamos a partir de esa defensa, y esto es lo que yo
propongo que sea transformado.
Casi nada. Ja, ja…;
es un gran desafío.
La vida trae problemas
e infelicidad.
Son oportunidades. Cuando el problema se repite, hay que
insistir en esa pregunta sabia. ¿Qué intenta enseñarme la vida que no consigo
aprender?
La teoría nos la
sabemos todos...
Yo soy la prueba de que es posible transformar la teoría en
práctica.
¿Nos hacemos todos
gurús?
En algún grado; por
qué no, ja, ja, ja. Todos podemos iluminar el amor y el perdón.
Meditar no es garantía de nada. Esta lleno de ombligos que
meditan. La meditación que más se practica es la que se focaliza en el vacío,
pero hay una meditación activa, analítica, que nos permite identificar cómo
saboteamos nuestra felicidad. Mire, hay preguntas fundamentales.
¿Cuáles?
¿Estás dando al mundo los regalos que has traído para dar?,
¿cómo está tu vida familiar, sexual, laboral…? Si existe insatisfacción en
alguna de esas áreas, si intentas cambiar y no puedes, es porque hay algo
dentro de ti que está deseando esa insatisfacción.
Somos nuestro peor enemigo, veo.
El ser humano es muy complicado. Atraemos aquello que más
odiamos y tememos. El adulto guarda dentro de él heridas de su infancia, por
eso repite, reedita su herida...
¿Cómo evitar esas heridas a nuestros hijos?
Debemos procurarles el máximo de amor consciente posible.
Ver sus potenciales dormidos y darles fuerza para despertarlos. Pero les
imponemos nuestro conocimiento invalidando su sabiduría innata porque nos
creemos superiores. Ejercemos el poder. Les utilizamos para satisfacer nuestras
carencias, proyectamos en ellos nuestro propio niño, mal integrado... Y la historia
se repite.
Estamos llenos de buenas intenciones.
Ja, ja, ja… Pero la persona se dará cuenta de que no está
siendo totalmente honesta a través del resultado que se refleja en su vida.
Usted es psicólogo, sabe que nuestra vida está controlada por el inconsciente.
Justamente lo que propongo es traer esos aspectos
inconscientes a la conciencia a través de la autoinvestigación, el análisis y
la meditación. Pero hay que tener coraje.
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Tengo 45 años. Nací en Sao Paulo y vivo en la India y
viajando. Estoy divorciado y tengo una hija (8). Licenciado en Psicología.
¿Política? Ser honesto, hablar y actuar desde el corazón. Creo en la capacidad
del ser humano para elevarse, tengo una fe inquebrantable en el amor
Prem Baba
IMA SANCHÍS
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